OBSTINACIÓN VITAL
“La sangre derramada no se seca”
Mario Benedetti
La vida es un mar verde y obstinado.
Viene y se va
nos recorre
rizando besos
que vuelven y nos humedecen
como lluvia repetida.
Tiene una enorme vocación de existencia azul.
Hoy, sin embargo, la sangre anda siendo esparcida:
los arrendatarios de la muerte
exigen su cosecha negra.
Pero la sangre no se ahuyenta, no se seca.
Puede más su destino de vivir
que nuestra teatralizada indiferencia.
Acudirá entonces a sus gasolineras
para girar acusadora en nuestros desplazamientos.
Invertiremos en su bolsa
y adquiriremos títulos ennegrecidos, riqueza cómplice.
A ratos también, por oleadas a veces
la sangre derramada volverá a nuestros cuerpos
resucitarán los brazos callados
y armaremos lluvia blanca incontestable
que será sangre
venas del mundo
su memoria de agua
que vuelven y nos humedecen
como lluvia repetida.
Tiene una enorme vocación de existencia azul.
Hoy, sin embargo, la sangre anda siendo esparcida:
los arrendatarios de la muerte
exigen su cosecha negra.
Pero la sangre no se ahuyenta, no se seca.
Puede más su destino de vivir
que nuestra teatralizada indiferencia.
Acudirá entonces a sus gasolineras
para girar acusadora en nuestros desplazamientos.
Invertiremos en su bolsa
y adquiriremos títulos ennegrecidos, riqueza cómplice.
A ratos también, por oleadas a veces
la sangre derramada volverá a nuestros cuerpos
resucitarán los brazos callados
y armaremos lluvia blanca incontestable
que será sangre
venas del mundo
su memoria de agua
y el dolor de cada asesinato.