Caperucita-bosque frente a la democracia peluda
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(En días en los que tratamos de renovar los caminos de la política, desde abajo)
– ¿A dónde vas Caperucita? le dijo un demócrata peludo al verla tan abajo en aquel bosque, junto a economías fértiles y a asambleas como setas
– Voy a hacer cotidiana la participación, a llenarla con necesidades de la gente, y a abrir las puertas de las instituciones republicanas todo lo que sea preciso…
– ¿Pero no está ya muy desfasada esa “abuelita”? ¿no querrías cambiarla por una democracia “digital”, con muchas plazas virtuales y muchos nombramientos a dedo?
– Uys no, es que ese cuento sí que es muy viejo
– Pues te tendré que comer igualmente
Y Caperucita, viendo que no comprendía lo bonito y útil de estos procesos abiertos, le endiñó varios catanazos de inteligencia colectiva a base de propuestas populares, métodos inclusivos, ya fueran palpables o binarios, creatividad cultivada desde las pluralidades y una mijita de municipalismo con su protagonismo social y todo
(desde entonces el lobo sigue contando cuentos, pero las caperucitas han hecho redes para cuidarse, y no por twitter precisamente)
– Tomando imagen de Pikara Magazine, Emma Gascó ilustradora-