Archivo de la categoría: Colombia

Ojo con la paz mal entendida

(I)
Si callo mis labios, se me construyen por dentro castillos de rabia,
como de arena rota y ajena.

Si construimos silencio,
nos llenaremos de nuestro propio entierro.

Si cierras mi boca, no habrá paz.

(II)
La paz no es el precio
es el camino social
para reventar el poder del dinero

(III)
Necesitamos la distancia y los huecos
como necesitamos los cielos abiertos
para mirarnos de fuera
y respirar aire sincero

Cuidado viajero, que los espacios también se llenan
de vacíos abstractos
y de satélites prisioneros de su propia órbita.

La felicidad es un huevo frito

LA FELICIDAD ES UN HUEVO FRITO

(I)

Como lleno, completo y redondo
espeso de tranquilidad amarilla
claridad en mi contexto, compañía nutritiva
recogimiento en ella.

La felicidad es un huevo frito;

(II)

El primer plato
y el pan o la arepa
la mañana que no viene sola
el corral, ummmh, que nos llega a a mesa

y el hambre que se va de un sartenazo, choff!

La felicidad es también un huevo frito

MINGAR

Pequeñeces como hermosuras, latidos que valen corazones, pero yo también quiero enredos de más de tres. Con 20, fíjese usted, ya da para una “minga”, que es echarse una mano sostenida, pulso comunitario a favor de la vida. Así, en los Andes, se levantan papas a 4.000 metros o se entierran gobiernos en las ciudades.

En el llano, en los municipios que hizo el oro ansiado, hay también productores y consumidores haciéndole la guerra a la comida-suicida. Con 25.000 de ésas y de ésos la cosa se descomplica: así nace Agrosolidaria en Colombia, red que alimenta un futuro sano y comestible.

Propongo MINGAR: hacerle un corte de mangas al capitalismo.

mujeres bolivia papa bolivia Minga El Tambo

Pedagogía de la corridez

No somos los caminos que heredamos, somos mucho más las pisadas que nos atrevemos a imaginar. Aun si cojeamos o nos asesinan nuestras huellas. La corridez en Colombia significa también la pedagogía de los otros sentidos, salirse de las autopistas, quitarse las cuchillas de afeitar de los labios, volcanearse el corazón y los pliegues íntimos, y por supuesto, encontrar en las cacerolas cotidianas las ráfagas de nuestra propia música, reencontrarse con la salsa de la vida.

La banda de tarros

 

 

Colombia en verde

represion paroagrario

En Colombia todo es verde. Las frustraciones armadas y las esperanzas de los campesinos son verdes. Verde es la necesidad de reformas. Durante los paros se oyeron resonar, por primera vez, cacerolas verdes en las ciudades, para apoyar a campesinas y campesinos. Verdulones los valles, verduzcos los macizos.

Sólo es oscuramente verde la sangre derramada por los de siempre.